Conmiseración II

Ademas aprendió que las cosas son como los animales, hay que cazarlos o pescarlos.

Convalecencia

Al despertar, el hombre se dio cuenta de que no tenía nada, estaba en un vacío donde no se veía nada, el cielo desde el suelo de cualquier parte del mundo, y no era una sola cosa o muchas cosas dentro de una sola cosa, sino, muchas en el vacío pero invisibles. Solo el pensamiento percibía esas emociones, como colores y sonrisas transparentes, que salían de la nada. Formas, objetos, sin forma , transparentes, semitransparentes.   Pensó ¿Cómo podré hacerlos realidad? Y empezó a ver que mientras más se concentraba, mas podía sentirlos aparecer.  Y dijo: -Me concentrare ahora en alcanzar esos objetos,  y transformarlos en realidad, me propongo ayudar a esas personas que en mi mente piden ayuda con mi concentración, para eso debo recogerme y empezar a cultivar la semilla del tiempo en el jardín,  bien sembrada, sin cometer errores ni caer en tentaciones.-  Asi que regresó a su casa y empezó  a vivir en el cielo desde el suelo de su casa.

Convalecencia.
Jonathan D'Enjoy

La enseñanza del camino.

En el terreno de lo humano hay dos posibilidades para Jorge Carrati, jugar o seguir seguir jugando.  Las cartas no parecían tener una favorable vista esta noche, sin embargo, decidió jugarselo todo y apostó todo lo que tenía a su última mano. Por supuesto perdió. No tenía más nada que apostar.  Ni lugar donde quedarse.  Así que partió sin nada, hacía donde lo llevara el la noche. Caminó 20.000 kilometros y lo conoció todo. No había en el mundo material cosa desconocida para él.  A pesar de alguna vez haberlo perdido todo, esto le sirvió de puente para  conocerse a sí mismo y  todo lo que le rodeaba. Conoció el mundo.  Nunca tuvo necesidad de nada, ya que en cualquier esquina había un amigo que lo podía ayudar. Aprendió a no juzgar a la gente por su aparencia, vicios o costumbres, y se  dió cuenta que todos los seres humanos eran iguales por dentro y por fuera. Lo único que les hacia ver diferente era su imagen externa, por la cual podían ser aceptados o rechazados por la sociedad. Las personas sucias le atraían ya que sentía que a esas personas era a las que más había que ayudar, no solo para que lucieran bien por fuera, sino para demostrarles que lo que ansiaban afuera era igual a todo lo que ansiaban por dentro todos los seres humanos.  Al parecer no veían en sí mismos la capacidad para ayudarse ellos y ayudar a los suyos a vivir en paz y en armonía con el mundo, sin tener que sentir que las incapacidades de ellos o los suyos fueran excusas para no poder surgir en la sociedad.  La falta de atención en muchos casos a personas enfermas dentro de las famílias, por falta de dinero, los hundía en un sufrimiento y sentimiento de rechazo por parte de los prototipos sociales que existían.

A todos ellos Jorge les enseñó que sufrir, era el tiempo que pasaba y no aprovechaban para lograr buenas acciones, que al final darían frutos exitosos. Y que cuando el tiempo pasaba y no lo aprovechaban, las acciones que realizaban ese dia o esa noche cosechaban malos frutos que en el futuro traerían  enfermedades y pobreza para su familía y para ellos.  Les explicaba que solo el esfuerzo podía enderezar ese mal camino andado, y que no era de la noche a la mañana que pasaban las cosas. Les explicó que la paciencia y el amor a  la verdad, eran el medio  que debían cultivar para poder perseverar y lograr sus metas hacia el final del camino.  Así un día Jorge después de haber enseñado todo esto, se dispuso a seguir caminando, pero esta vez a travez de la selva, sabía que había algo más por aprender escondido dentro de su ser.

Creer

 

Y para poder creer, tendras que crear, y creer en lo que creas. Para poder crear lo que quieres, tienes que creer en eso, y no creer en algo es rechazarlo y por ende un insulto a ese algo, o una energía negativa que recibiras en algun momento de tu karma, por haber rechazado esa pequeña emocionsita que viene de tu corazón, y quiere salir al mundo a conocerlo y a fluir con él. Tú mismo.
San Ko, Jonathan D'Enjoy, Bodhisattva Soto Zen.

Aliens en la tierra con María

Eran las 8 de la noche y María todavía no había llegado.  Habia salido a dar un paseo por el parque en la montaña.  La noche se hacía larga y  María estaba sola en un cuarto, encerrada.  Al parecer los alienígenas la tenían secuestrada y no sabía por qué. Adentro del cuarto habia cosas difíciles de comprender, eran como entre naturales y biológicas, que no tenía ni idea de como las podrían haber creado, algunas se movían solamente, otras servían a los aliens, eran como animales  pero con una textura de piel como el verde de las plantas. Por más que ella tratara de escapar no había forma, dado que puertas no habían, los aliens entraban y salían por cualquier parte, como si toda la pared estuviera hecha de entradas que no se veían.

Al fin entró uno que se acercó a ella y al ver que ella se asustaba, le entregó algo que apareció de su mano, era una forma acuosa que al tocarlo por alguna razón inmediatamente la hizo sentir feliz.  El alien la guió cariñósamente hacía un de asiento de entre madera y piedra.  En ese instante comenzó a tener visiones, sobre cosas que pasaban alrededor de ella, gente corriendo feliz, cosas volando, gente compartiendo felices, impresionantes sembradíos de plantas, arboles, frutas y hortalizas; naves, maquinas caminado, robots hablando, transportes de todo tipo, aliens y hombres unidos y en paz, niños jugando con los robots, todos felices meditando en silencio.  Al finalizar vio una joven que la veía y le daba las gracias de estar viva y la llamaba bisabuela.

Al abrir los ojos se encontró sentada en su cuarto sobre su silla favorita impresionantemente mojada.. 

Aliens y robots.

   En la era de los robots, los aliens peleaban por tener el control del mundo. Pero los robots eran más fuertes, su tecnología superaba en maquinaria a la de los aliens, los humanos dominaban y vivían dentro de los gigantescos centros de sustentación donde se ofrecía de todo.

 La pelea fue ardua, pero a través de inteligencia y sabiduría, la guerra empezó a parecer parte del pasado, quién se intoxicaba menos y se preparaba más y vivía en armonía en ambos sistemas, podía construir una vida fructífera. Los productos para la sobrevivencia, se producían para todos por igual. Todos tenían capacidad de escogencia, debido a su gran abundancia.

Más vampiros

 

 

   En la fiesta los chicos se divertían a monton, pero en lo que llegaron tres jovenes apuestos y silenciosos, todo empezo a cambiar.  Con sus miradas mareaban a las chicas que caian en sus brazos para despues ser mordidas descomunalmente por sus victimarios.  Los vampiros arrasaron con la fiesta y todo lo  que había en ella, caminaban por las paredes, techos, cerraban y abrian puertas y ventanas a distancia, iluminaban y oscurecian, aparecian y desaparecían personas, cosas y hasta mujeres como ellos, que acababan con todo lo que encontraban a su paso.  No dejaron nada en pie, todo estaba destruido y muerto, solo la sed de seguir tomando la sangre de personas inocentes los mantenía vivos y presentes, hasta el momento.

La fiesta de los vampiros

  

   En la noche todo estaba listo para comenzar la fiesta, las mujeres ya habían llegado y los hombres esperaban el momento indicado para comenzar al flirtear.  Luis y Carlos fueron invitados por Pedro dueño de la casa que se utilizaba solo para fiestas.  En el momento en que empezó la música, todos empezaron a bailar y a tomar.  Después de pasadas las doce la gente ya estaba en un extasis medio, pero todavia quedaban muchos con fuerzas para seguir tomando y bailando.  A las 3 ya la mitad se había ido y quedaban sólo los que les gustaba seguir con la fiesta.  A las 4 llegaron a la fiesta 5 tipos extraños, muy bien vestidos, con trajes largos y mirada perdida.  Empezaron a preguntar si a la gente todavía les quedaba algo que ofrecer, ya que ellos tenían otra tanda de cosas que habían traido para seguir la fiesta.  La gente que quedaba ya estaba en otro estado de consciencia, más lejos de la sobriedad de lo que se podía y por supuesto aceptaron. Al rato llegaron 5 chicas más, tan hermosas y extrañas que quitaban el aire. Cuando todos estaban tan mal que no podían estarse en pie los cinco hombres y las cinco mujeres empezaron a llevarse a los que quedaban arrastrados y los empezaron a meter en una camioneta amarrados del techo.  Todos empezaron a quejarse, pero estas personas demostraban una fuerza impresionante con la cual ellos no podían pelear.  Los llevaron a un sitio donde los desnudaron y los metieron a un cuarto oscuro.  Al cuarto entraron dos de las mujeres y empezaron a morder a los chicos, con un tipo de mordida que no era normal, ya que parecia sedar y no sentian dolor alguno, sino placer. Después entraron dos más, hicieron lo mismo hasta que entraron todos y saciaron todos su hambre. Luis, Carlos y Pedro reportaron al siguiente día la desaparición de todos los muchachos,  ya que a sus casa no llegaron.  La policia encontro la casa y la camioneta donde los habían trasladado y al parecer los cuerpos estaban tan secos que parecían hojas muertas y tenian heridas de mordidas muy finas por todo el cuerpo.- Mierda, alguien les chupo la sangre hasta dejarlos secos- La policia nunca encontro a estos seres raros que causaron la muerte de todos los que se quedaron en la fiesta, lo que si supieron fue que en otros sitios pasaron cosas similares, igual sin dar con los asesinos, que siempre llegaban a los finales de las fiestas, los terminaban de emborrachar o drogar y se los llevaban para comerselos vivos.

Desde el bosque.

 

  La preocupación de María, consistía en que no sabía nada todavía de su bebé.  El niño había salido al parque a jugar y todavía no había regresado.  Había salido a las cinco y eran más de las nueve y no había llegado.  Empezó a llamar a sus amigos a ver si lo habían visto, dijeron que sí, pero que al irse ellos él todavía seguía en el parque.  Como de costumbre Juan siempre volvía a eso de las 7, después de haber jugado un buen rato.  Pero ya eran las diez y no había llegado a casa. 

Juan se disponía a irse cuando oyó un ruido detrás de los arboles del parque.  Se acercó y vió una imagen  extraña como tentáculos verdes, tratando de pasar imágenes dentro de una caja negra de la cual se desprendían luces de todos colores.  Se quedó estupefacto y asustado con ganas de correr y decírselo a alguien, pero prefirió callar y seguir allí viendo y en silencio a ver que hacían esas extrañas cosas.  Al momento éstas, distintas a todo lo que el ser humano hubiese visto nunca antes, empezaron a crecer y a retorcerse, como si les estuvieran  saliendo barrigas, y de las barrigas nacían más y más tentáculos, delos cuales el tentáculo mayor, tocando la caja negra, hacía que a cada una la iluminara un color diferente de las imágenes de colores que salían de la caja.  Las imágenes tenían diferentes formas, las cuales tomaban los tentáculos a medida que iban creciendo, figuras extrañas, con cachos y garras, dientes y barrigas y brazos peludos y algunas veces, como con piel de dinosaurio ojos como bolas de cristal que parecieran que tuvieran fuego dentro. Eran como monstruos esperando salir de su escondite para comenzar la guerra contra los hombres del planeta. 

Juan sorprendido con todo esto recordó que llevaba consigo su celular y que era mejor que lo apagara, por si acaso su mamá llamaba no lo descubrieran estos monstruos mientras los veía.  Así que lo apagó, y se dispuso a seguir viendo el espectáculo frente a sus ojos.  En ese momento se acercó a Juan un policía amigo de su mamá que lo vió, de vaina, metido entre los matorrales, del lado donde comenzaba el bosque que quedaba detrás del parque. Le llegó por la espalda y lo agarró por el hombro.  ¿Juan qué haces, no sabes que tu mamá te está buscando por todos lados como loca?.
 
Al  hablar el policía todos los monstruos se filtraron a través de las luces de colores y, en cuestión de segundos, desaparecieron entrando en la caja, la cual se tornó vieja y fea como una caja de cartón.

Juan le contó todo lo que había visto a su mamá y al policía quienes creyeron que él se había metido algo, porque no era normal que hablara así, le dieron una pela y lo dejaron sin televisión y sin merienda durante una semana. Desde entonces, cada vez que Juan iba al parque sentía que unos tentáculos de colores lo observaban desde el bosque.

Los lobos y los hombres.

 

    Ahora salen los lobos a comerse todo lo que encuentren que pueda servirles de alimento.  La sociedad no está preparada para ellos, sin embargo ellos van y nadie los podrá detener.  Siempre se creyó que este día llegaría.  Pocos piensan que naceran algunos, que rezagados, entre tanta violencia, hambre y enfermedad, podrán enfrentar a esta jauría de bestias, que lo que hacían era comer costillas de hombres.  Y así llegó el día en que Julio y Bernardo salieron de su escondite y fueron a pelear seguidos de cientos y luego miles.  Los lobos, con mucho esfuerzo y confrontación, guerra y dolor, fueron huyendo hacia sus tierras de horror y lamentos, para más nunca volver a tierra de los hombres.  La sociedad creció confiada, unida y con fuerza, lejos del hambre, el miedo y la enfermedad que le causaron los lobos.