Al despertar, el hombre se dio cuenta de que no tenía nada,
estaba en un vacío donde no se veía nada, el cielo desde el suelo de cualquier
parte del mundo, y no era una sola cosa o muchas cosas dentro de una sola cosa,
sino, muchas en el vacío pero invisibles. Solo el pensamiento percibía esas
emociones, como colores y sonrisas transparentes, que salían de la nada. Formas,
objetos, sin forma , transparentes, semitransparentes. Pensó ¿Cómo podré hacerlos realidad? Y empezó
a ver que mientras más se concentraba, mas podía sentirlos aparecer. Y dijo: -Me concentrare ahora en alcanzar esos
objetos, y transformarlos en realidad, me propongo ayudar a esas personas que en mi mente piden ayuda con mi concentración,
para eso debo recogerme y empezar a cultivar la semilla del tiempo en el jardín,
bien sembrada, sin cometer errores ni
caer en tentaciones.- Asi que regresó a
su casa y empezó a vivir en el cielo
desde el suelo de su casa.
Convalecencia.Jonathan D'Enjoy
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