Y aprendí a leer.

Esta era una vez, un hombre que aprendió a leer, decidió primero comenzar acostado, después de más de 100 libros, decidió que era mejor leer sentado en una silla, se leyó unos cuantos y se dio cuenta que leía con más fuerza, así que decidió leer sentado un tiempo, en ese momento recordó que meditaba, y decidió sentarse en su Zafú y comenzó a leer sentado en su zafú. Se dio cuenta que podía ver cosas y sentirlas en su mente, como una historia real, impresionante. Y después cuando meditaba, sentía que meditaba su lectura. Al tiempo se dio cuenta que también sabía rezar, y comenzó a leer arrodillado frente a la cama, no sintió imágenes ni historias, pero al terminar sintió una libertad impresionante, un valor de acero, y un amor indescriptible por la vida, pero como no rezaba tanto, pensó que luego rezaría para ver cómo se sentía pero, y como no lo ha hecho todavía, en otra historia se los contaré, entonces pensó   - antes cuando leía acostado no me sentía totalmente en paz conmigo, sentía que caía siempre en lo mismo al final de la historia, así que entendí el mensaje.