El sacrificio.

Que cuando Dios te pregunte por tu sacrificio, le demuestres aquí están mi esfuerzo y mis logros, mis metas cumplidas, mis éxitos y mis experiencias validas, mis amores, mis amigos, mi familia, mis maestros, mis estudios y aprendizajes, mis juegos y mis juguetes,  mis libros, el respeto que me gané, y hasta el dinero que logré,  todo por lo que me esforcé en esta vida, por lo que me sacrifique ahora es parte de tu orgullo.