Sentados igual

Hubo una vez un hombre con dinero que aprendió a sentarse cómodamente en una silla. Y dijo: -si yo aprendí a sentarme en esta silla cómodamente, quiere decir que a cada sitio  llegue y me siente será mío. Ya que nadie podrá sentirse en ese sitio más cómodo que yo.- Y llego a un valle donde había una casa, entró y se sentó, cerro los ojos y esperando que todos se fueran, esperó.  Al abrirlos después de un largo rato de espera, pensando que todos se habían ido, se encontró a todos dentro de la casa sentados igual a él.