Una
vez un hombre se escapó de un sitio en el que estaba recuperándose de la droga
lejos de su país para volver a su país, porque no lo dejaban volver hasta que se
hubiese recuperado del todo, pero ya tenía mucho tiempo, así que decidió
escaparse e irse hasta la playa para devolverse en bote. Antes de llegar
al puerto después de caminar por varias calles, una carretera varios días y
dormir en la calle, pidió una cola que lo dejo en un pueblo costero,
cargaba consigo una guitarra eléctrica, por la que unos evangélicos le preguntaron
si no la vendía, al principio dijo que no, pero al ver su insistencia, terminó
accediendo. Dieron algunas vueltas con él hasta que al fin dieron con
alguien que le dio 40.000 pesos por la guitarra y con eso se compró un pollo
frito y unos cigarros. Llegó al puerto y nadie lo quiso llevar de vuelta,
aunque no preguntó mucho. Al saber su misión fallida fue en busca del terminal,
para devolverse al sitio de donde había escapado, en carro. Decidió pedir
una fruta a un frutero, y le pidió una manzana, se la comió, llegó a la
terminal, se subió en el bus y con lo que le quedaba pagó el camino de regreso a
casa. Es decir pago su regreso al centro de rehabilitación. Y de allí finalmente
lo devolvieron a su país y a su casa .
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