El hombre se ponía furioso cada vez que no podía estudiar,
sudaba y se moría de la envidia cada vez que una mujer no le daba el debido crédito
a su estudio, decía: - ¿Cómo es posible que yo estudie más que él y las mujeres
lo amen más a él?-, y el otro hombre decía: -Para el momento que tenga que escribir lo que tengo que escribir, ya habré estudiado lo suficiente. El otro hombre le dijo: ¿Cómo es posible que
yo esté estudiando para ser rico y este que solo está leyendo y todavía lo siguen
amando más que a mi?- A lo que el otro hombre respondió: A mí no me aman por lo
que estudio sino por lo que escribo y como a mí me gusta leer y escribir, leo para escribir lo
que me gusta.
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