Era una vez un hombre que tenía tantos problemas en su casa
que decidió irse a pasear.
Así que agarró unas pocas cosas que tenía en su casa y se fue para no volver.
No encontró lugar donde dormir, así que le pregunto a un policía que dónde podía hacerlo ya que no tenía donde, se había ido de su casa sin dinero, pero los policías que estarían cuidando ahí toda la noche, le dijeron que no lo podían ayudar, entonces él les preguntó -¿Puedo dormir entonces en la plaza de al frente?, y respondieron que sí. Así que preguntó también si podrían estar pendientes de él por si acaso pasaba algo. Y le dijeron que no había problema. Trató de dormir, empezó a sentirse mal, todo le picaba, sentía que se le hinchaban los labios, así que ya bien entrada la noche, decidió volver a su casa.
Así que agarró unas pocas cosas que tenía en su casa y se fue para no volver.
No encontró lugar donde dormir, así que le pregunto a un policía que dónde podía hacerlo ya que no tenía donde, se había ido de su casa sin dinero, pero los policías que estarían cuidando ahí toda la noche, le dijeron que no lo podían ayudar, entonces él les preguntó -¿Puedo dormir entonces en la plaza de al frente?, y respondieron que sí. Así que preguntó también si podrían estar pendientes de él por si acaso pasaba algo. Y le dijeron que no había problema. Trató de dormir, empezó a sentirse mal, todo le picaba, sentía que se le hinchaban los labios, así que ya bien entrada la noche, decidió volver a su casa.
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